De acuerdo a la metodología de verificación del curso Análisis Comparado de Periodismo, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet cumple la siguiente promesa que hizo al país en su programa de gobierno en 2013: “Velaremos por mantener un tipo de cambio real competitivo para nuestras exportaciones y también contribuiremos a controlar la inflación, apoyando así el esfuerzo que realiza el Banco Central a través de la política monetaria”.

Para analizar el cumplimiento de esta medida, se tomaron dos parámetros: el tipo de cambio real y la inflación. Al ser medidas económicas, la principal fuente utilizada para la verificación de los datos fue la información disponible en la página web del Banco Central.

Esa información y el análisis de los economistas consultados permiten concluir que los parámetros se cumplen y que, por tanto, la propuesta del programa está realizada. A esto, sin embargo, se agrega el comentario de los especialistas entrevistados, que coinciden en señalar que esta es una propuesta que está bajo el pleno control del Banco Central más que del gobierno.

Durante la Cuenta Pública, la Presidenta se refirió a este tema: “Nuestro marco además posibilita tasas de interés bajas por inversión y que permiten un tipo de cambio competitivo”.

El tipo de cambio real consiste en el valor que se le asigna a los bienes de acuerdo al comercio externo, no al precio del dólar, que es el tipo de cambio nominal, sino a un valor que es más bien la diferencia entre valores comerciales internacionales. Al igual que con la inflación, el tipo de cambio está a cargo del Banco Central, entidad autónoma, y depende en gran parte de la situación de mercado internacional.

Una tasa de interés baja significa un costo económico menor en los créditos a que acceden las personas, lo que fomenta la inversión. El tipo de cambio y la tasa de interés se relacionan al ser inversamente proporcionales. Dado que Chile es un país exportador, la baja en la tasa de interés permite un mayor acceso a dinero, lo que genera un desprecio a su valor respecto al dólar. Esto trae como consecuencia que el dólar se encarezca y, por tanto, el tipo de cambio se haga más competitivo y las exportadoras aumenten sus ganancias.

Respecto al otro parámetro anunciado en el programa de gobierno en 2013 -la mantención de la inflación bajo control-, su medición se realiza principalmente a través del índice de precios al consumidor (IPC). El Banco Central es el encargado de controlarla, a través de la oferta monetaria y la política fiscal, para mantenerla en torno a un 3 ó 4%, y de entregar sus expectativas.

La propuesta del gobierno es interpretada por José Tomás Valente, economista de la UC, más bien como una declaración de apoyo por parte del gobierno a la labor que realiza el Banco Central. También plantea que las medidas se han logrado cumplir, más que por un cambio en la economía, por una mantención y respeto al sistema.

El único factor que podríamos encontrar como incidente por parte del gobierno en estos indicadores es el gasto público, que, si bien ha aumentado respecto a lo propuesto, no en forma significativa como para afectar la variación de la inflación o del tipo de cambio real.