De acuerdo a la metodología de verificación del curso Análisis Comparado de Periodismo, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet cumple la siguiente promesa que hizo al país en su programa de gobierno en 2013: ¨Debemos aspirar a un desarrollo energético seguro, eficiente, con precios razonables, que aproveche nuestros recursos renovables en forma sustentable y no contaminante”.

“Estamos dejando en pie una industria energética dinámica que nos sitúa como un ejemplo mundial y líder regional, pero que, además, se ha convertido en un pilar de nuestro compromiso ambiental y de la renovación de nuestra economía”, afirmó la presidenta Michelle Bachelet en su última cuenta pública.

El 31 de marzo se dio el visto bueno para que Enel Green Power Chile Limitada iniciara la construcción de la planta geotérmica Cerro Pabellón, primera de Sudamérica. Por otra parte, comenzó la construcción del parque eólico Punta Sierra (Ovalle). En energía solar, la firma estadounidense Solar Reserve recibió la aprobación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para construir su proyecto Tamarugal Solar en la Región de Tarapacá, cuya inversión alcanzará los US$4.500 millones. Estos son algunos de los proyectos energéticos de este año.

En 2014, año que asumió Michelle Bachelet, un 6,3% de la energía era considerada renovable y no contaminante, según información gubernamental. En 2017 el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, indicó que un 16,7% de la energía utilizada en Chile proviene de fuentes renovables no contaminantes. Como meta, el Gobierno se ha propuesto que, para los años 2025 y 2035, un 20% y un 60% de la energía que se produzca en Chile provengan de fuentes renovables no convencionales, respectivamente.

La energía renovable no convencional es aquella que se produce mediante recursos naturales inagotables. Se le denomina energía verde, porque su uso no tiene efectos negativos en el medio ambiente ni en la salud de los seres vivos.

Carlos Finat, director ejecutivo de ACERA (Asociación Chilena de Energías Renovables), afirma que "se ha visto un desarrollo masivo del sector en los últimos 5 años y gracias a las nuevas normativas, se ha logrado un escenario favorable para que las ERNC puedan competir con las tecnologías convencionales”.

En la agenda de energía desarrollada en 2014, se diagnosticó que los precios de las licitaciones aumentaron al doble entre 2006 (que tenía un promedio de US$65MWh) y 2013. El ejecutivo promulgó un proyecto de ley en 2014 para cambiar la situación. El valor de los precios ha disminuido en un 60% respecto de ese mismo año. Los avances más significativos se vieron en es el Sistema Interconectado Central, cuyo costo marginal promedio de abril por MWh fue de US$ 59,2 versus US$146,6 que promedió en 2014. Además, una de las promesas de la presidenta fue la interconexión entre este sistema y el Sistema Interconectado del Norte Grande. Actualmente, las obras llevan un 90% de avance.

Finat precisa: “Los resultados de esta modificación fueron muy positivos para nuestro sector. Las ERNC demostraron su competitividad y que son mucho más baratas que las convencionales. Más del 50% de la licitación fue adjudicada a proyectos ERNC y el precio promedio obtenido en la subasta fue de 46,7 MWh, lo que es un récord mundial. Las metas del gobierno son posibles y se ha hecho un buen trabajo por conseguirlas”.